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Este blog fue escrito por Yesibeth Centeno, Gerente de Proyectos en América Latina.
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¿Qué adicional debemos hacer para implementar proyectos que realmente sean exitosos en los procesos de integración socioeconómica de la población migrante y refugiada en el Perú?
Esta es la pregunta que resuena con fuerza entre las instituciones que son parte del sector humanitario y que es uno de los principales retos para aprovechar los conocimientos y habilidades que la población migración ofrece y que deberían ser parte de la estrategia de desarrollo integral del país.
Para generar un espacio de encuentro y discusión interinstitucional sobre esta crucial temática, el idílico espacio privado del restaurant del Museo Larco fue el lugar de encuentro en donde 17 organizaciones se dieron cita el 26 de septiembre de 2024, en el evento Un desayuno por la integración, organizado por Lutheran World Relief (LWR), con el apoyo del Comité Internacional de Rescate (IRC), Encuentros SJM y Equilibrium SDC.
El motivo del encuentro fue la presentación del estudio Mercado laboral para la población migrante y refugiada venezolana, realizado por Centuria Consultores para LWR y el IRC, el cual era el abreboca para iniciar una conversación más profunda sobre los retos y oportunidades para abordar en los proyectos que buscan promover la integración socioeconómica de la población migrante y refugiada y la local en el Perú.
Galo Quizanga, Managing Director para América Latina y el Caribe en Corus International, compartió la misión de Corus, una organización de desarrollo internacional que une a una variedad de organizaciones sin fines de lucro y empresas, cada una con experiencia especializada — desde salud hasta tecnología y desarrollo económico hasta respuesta ante emergencias. Destacó cómo LWR, una organización de Corus, ha mantenido una presencia continua en varios países de la región durante más de 40 años, subrayando su impacto significativo en Perú.
La presentación del estudio estuvo a manos de José de los Reyes, quien brindó una visión holística de la realidad laboral en país, describiendo las características, retos y brechas particulares tanto para la población local, como para la migrante y refugiada, quienes además deben superar barreras y complejidades adicionales para asumir el reto de iniciar una nueva vida en Perú.
El estudio también identifica las principales características de la población local versus la migrante y refugiada de nacionalidad venezolana que ha llegado en los últimos años, las brechas salariales y de género, y las ocupaciones a las que, mayormente tienen acceso; puntualizando las principales barreras que dificultan la integración y algunas recomendaciones para promover su abordaje y disminución.
Para dar inicio a la conversación y reflexión, en el evento se dieron cita Nancy Arellano, directora de proyectos en Cedro, Alejandra Cáceres, coordinadora de Perú en Equilibrium SDC, Santiago Valdez, gerente de Perú de Tent y, desde Panamá, Jeanelié Briceño, directora Ejecutiva de CAVEX; quienes conformaron el panel de especialistas que ahondaron, desde el punto de vista y experiencia particular de cada organización, los retos y recomendaciones para promover proyectos exitosos en procesos de integración socioeconómica multiactor.
La importancia del enfoque multiactor para lograr impactos sostenibles en la integración de migrantes y refugiados es indispensable. El involucramiento genuino de todos los actores del tejido social es el paso necesario, ya que solo así podremos construir procesos sólidos que vayan más allá de la mera prescripción y que se traduzca en cohesión social y desarrollo.
La necesidad de un enfoque interseccional en los proyectos de inclusión y equidad es fundamental para abordar las múltiples dimensiones de vulnerabilidad que enfrentan las mujeres cabeza de hogar y personas LGBTIQ+. Solo a través de la integración de indicadores específicos y la adaptación de las intervenciones al contexto local, podremos reducir barreras como la sobrecarga del trabajo doméstico no remunerado y la informalidad laboral, que perpetúan la discriminación y la explotación. Además, el sector privado tiene la oportunidad de contribuir con formas innovadoras de apoyo, como la creación de espacios seguros para el cuidado infantil, lo que facilitará la inclusión laboral. Para trabajar por la integración y la equidad de las poblaciones vulnerables, debemos recordar que no basta con abrir puertas; debemos asegurarnos de que todos, todas y todes puedan cruzarlas con dignidad y sin cargas adicionales.
La experiencia de Tent trabajando con el sector privado nos ha mostrado que la inclusión laboral de migrantes y refugiados no solo favorece la cohesión social, sino que alivia las necesidades críticas de contratación de las empresas. Con menores barreras de entrada al mercado y más apoyo a la regularización, aumentan las posibilidades de que la población migrante se integre exitosamente en el país y contribuya al desarrollo económico.
El sector privado no es ajeno a las dinámicas sociales y desarrollo. Considerando que el 80% de la economía peruana es informal, las políticas públicas deberían estar orientadas a garantizar una migración segura, organizada y, a la vez, crear las condiciones para lograr que las empresas puedan mantener el objetivo racional de generar riquezas y oportunidades de empleo. Es la única vía para garantizar desarrollo y crecimiento, y disminuir la informalidad, un reto difícil de competir. Debemos, entre todos, buscar un ganar / ganar en las dinámicas de gobierno, cooperación, sector privado y la sociedad civil en general. Desde CAVEX estamos convencidos de que el mejor programa social del mundo es el empleo, solo a través de la generación de empleo podremos salir de la migración vulnerable y los gobiernos deben buscar los canales para garantizar las mínimas condiciones para seguir procurando la inversión privada extranjera directa.